HISTORIAS
Los consumidores que protegen a las focas mejor que las leyes
La matanza de lobos de mar es noticia frecuente en Perú. Usualmente, los pescadores optan por matarlos cuando la presencia de estas especies entorpecen sus tareas de pesca. Se trata de una práctica frecuente, a pesar de ser un delito.
En Escocia acaba de conocerse una resolución de la Scottish Information Comissioner (SIC), según la cual la industria del salmón dueña de las granjas que crían en el mar escocés desde 1960, deberá dar mayor información sobre las focas que matan cuando estas se acercan a sus granjas. Como se sabe, gracias a una norma dictada en 2011, si bien las focas están protegidas bajo sus leyes, las granjas de peces y los pescadores de salmón pueden solicitar una licencia para sacrificarlas con el fin de que no afecten a sus piscifactorías.
Como resultado de esa normativa se ha acabado legalmente con la vida de unas 1400 focas desde 2011. El año pasado unas 200 habrían sido asesinadas para proteger a las poblaciones de salmón y otros peces, dejando a las crías huérfanas y vulnerables. A raíz de ello, activistas de organizaciones que protegen a los animales promovieron un boicot contra el salmón escocés.
Tras la decisión que ha tomado la SIC, el Gobierno escocés deberá publicar más detalles de los sacrificios, incluyendo los lugares donde las focas han sido sacrificadas por las granjas de salmón y los pescadores de salmón salvaje. Para los activistas, este se trata de un logro contra la industria del salmón que produce más de 150 mil toneladas de pescado al año, pues a partir de mayor información, el público podrá saber cuál es la empresa que mata más focas y podrá también boicotearla si considera que lo hace en exceso.
La sentencia establece como plazo que los ministros escoceses tienen hasta el 21 de agosto para identificar los lugares de descarte. Esta sentencia se produce mientras grupos conservacionistas están vigilando las acciones de la Scottish Wild Salmon Company, con el fin de tomar fotos del sacrificio de las focas y poder hacer visibles los nombres de las empresas que matan a las focas para que los consumidores sepan a quién le están comprando el salmón que comen. Para los conservacionistas hay otros recursos que se pueden usar antes de disparar a una foca.
Incluso los supermercados como Marks &Spencer y Tesco han sido señalados como vinculados a la industria que mata focas por lo que algunos de ellos han adoptado como política comprarles en último lugar.
Lo interesante de este caso es que ilustra el poder de los consumidores para boicotear a empresas que tienen malas prácticas con el ambiente, aun cuando la legislación se los permita. Bajo esta sentencia, los consumidores tendrán más información sobre quienes apoyan la matanza de focas y decidirán libremente si compran ese salmón o no lo hacen.
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