NÚMEROS
El desperdicio de alimentos en el eslabón final de la cadena.
En los países como el Perú las mayores pérdidas en alimentos se producen en la chacra y no en la olla y se pensaba que en los países de mayor desarrollo, la mayor cantidad de los desperdicios está en las despensas o los refrigeradores de las familias. No obstante, un reciente estudio dice que esto no sería tan exacto.
Se trata del informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) que indica que el 17% de la comida disponible para consumo termina en la basura, lo que representa 931 millones de toneladas de alimentos que se desperdiciaron en el mundo en 2019, sin contar las pérdidas generadas durante la producción y el transporte.
La gran paradoja de esto es que hay 690 millones de personas en el mundo que pasa hambre.
El estudio abarca todos los países del mundo, pero la entidad ha reconocido que solo medio centenar de los datos obtenidos son de buena calidad, según un artículo de El País de España. Estos datos corresponden a tres fuentes: los hogares cuyas pérdidas representan el 61% de la comida desperdiciada, los restaurantes (26%) y el comercio minorista (13%).
De acuerdo a esta aproximación, cada habitante del planeta desperdició un promedio de 121 kilos de comida en 2019.
Los resultados de estas estimaciones han dejado a más de uno sorprendido porque ubican a Nigeria como uno de los países con mayor cantidad de desperdicios con 189 kilos por habitante y, contra todo pronóstico, a los EEUU con 59 kilos.
Los resultados de este estudio son un claro llamado de atención a países de ingresos altos, medianos y bajos, donde se evidencia que se están desperdiciando alimentos que le hacen falta a otros. Además, de las implicancias medioambientales que esto representa.
Por ello, la ONU ha pedido que los países se pongan metas para la reducción de pérdidas como parte de la reducción de emisiones a las que se han comprometido como parte del Acuerdo de París.
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