¿Podrá el Coworking sobrevivir al teletrabajo?

Nadie puede poner en duda que la pandemia ha logrado visibilizar las bondades del teletrabajo nos dice Natalia Otero en un artículo interesante publicado en El País de España. Probablemente en algunos sectores más que en otros, se ha logrado mostrar que es posible cumplir la actividad laboral desde casa.

Lo que nadie podía advertir es que esta sería una práctica que se prolongaría incluso después de pasada la pandemia, sin que se pueda precisar el nivel de intensidad que tendrá.

La buena noticia para todos es que hacia futuro el teletrabajo podrá coexistir con los sistemas de trabajo convencionales y hasta ser una condición de trabajo negociable.

En este contexto, los coworking que nacieron para promover la cooperación o intercambio entre empresas o emprendedores en espacios compartidos, tienen que redefinir el target de sus clientes.

Por lo pronto, lo que Otero señala es que en España los coworking se están volviendo atractivos para empresas medianas de hasta 100 trabajadores que están optando por sistemas de trabajo híbridos y rotativos, esto es, que no todos comparten espacio todos los días, pueden trabajar desde casa y/o tener esquemas mixtos.

La ventaja principal de esta alternativa es el costo fijo inmovilizado de un inmueble, pero también está el ambiente más acogedor que ofrecen los coworking y que favorece mejoras en el rendimiento.

Bajo esa perspectiva, los coworking están invirtiendo en fortalecer sus sistemas de acceso a tecnología y sus salas de reuniones y capacitación. Además, están intensificando la oferta de los servicios de oficina virtual para quienes van a concentrar sus esfuerzos en pequeños espacios de oficinas comerciales de referencia y una dirección postal.

A diferencia del teletrabajo, los coworking no tienen las distracciones que pueden haber en casa, pero además, ayudan a conectar mejor con el trabajo, los compañeros y a recuperar la motivación, mientras que al mismo tiempo ofrecen los espacios adecuados para atender a un cliente o realizar capacitaciones a los colaboradores.

Lo que sí no cambiará es el espíritu de comunidad propio de los coworking y seguirán apostando por crear ecosistemas que promuevan creatividad y espíritu colaborativo.