El sentido de la orientación y las neuronas egocéntricas

La ubicación espacial es un aspecto importante para el desenvolvimiento de las personas. Permite que puedan transitar de un lugar a otro y tomar decisiones sobre el camino más adecuado para llegar al destino deseado.

Lo que pocos saben es que la capacidad de ubicación espacial y la memoria funcionan a partir de sistemas neuronales que codifican lugares, distancias y direcciones en relación con el mundo externo.

La orientación en el espacio es producto de un proceso que tiene dos momentos: (i) los marcos de referencia centrados en el mundo externo y (ii) aquellos de referencia exclusivamente personal. El cerebro necesita información tanto del exterior como del interior del individuo, aun cuando muchas veces, uno de estos marcos sea el que predomine o el protagonista. (Tendencias, 2021)

Recientemente, científicos de la Universidad de Columbia ha descubierto la existencia de un tipo de neuronas que activan los marcos de referencia personales (del interior del individuo). Para lograrlo usaron herramientas de realidad virtual aplicadas a un grupo de participantes a quienes monitorearon sus imágenes cerebrales para comprobar la activación de un tipo de neuronas específicas. 

Con anterioridad ya se había identificado neuronas especializadas en los marcos ambientales o alocéntricos (mundo externo), pero este nuevo estudio ha comprobado la existencia de neuronas que activan los recursos del mundo interno: las neuronas espaciales egocéntricas. Esas neuronas, ubicadas en la corteza parahipocampal, permiten construir marcos personalizados de la realidad evitando las distracciones que pudieran existir en el ambiente. 

La actividad de estas neuronas se concentra en dar ese sentido de orientación espacial. Se les llama egocéntricas porque hacen referencia a que permiten que cada individuo se enfoque en sus marcos de referencia personales también están involucradas en el procesamiento de información, cumpliendo un rol importante en la memoria.

Las neuronas observadas mostraron aumentos de actividad durante el recuerdo de la memoria espacial y episódica, lo que sugiere que las neuronas egocéntricas no solo son relevantes para la ubicación sino que también juegan un papel en la memoria humana.

Más allá de la contribución de este descubrimiento en lo relativo a la información espacial, que claramente es importante, puede dar un gran aporte en las experiencias en la memoria e incluso en las patologías que pudieran afectarla.