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Las mujeres en la pospandemia

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Un 77% considera que la pandemia de COVID-19 ha intensificado la violencia física y emocional contra las mujeres en la Unión Europea.
01 de abril de 2022
Red star
Por qué es importante
La recuperación debe situar a las mujeres en el centro de las soluciones.

El ultimo Eurobarómetro publicado por el Parlamento Europeo muestra los terribles efectos de la pandemia sobre las mujeres a nivel personal y profesional.
Un 77% considera que la pandemia de COVID-19 ha intensificado la violencia física y emocional contra las mujeres en la Unión Europea, siendo que en todos los países el resultado es superior a 50%, salvo en Finlandia y Hungría. Además, cuatro de cada diez señala que sus ingresos han disminuido y un 22% que ha aumentado el tiempo dedicado al trabajo no remunerados, siendo que los resultados oscilan entre el 60 % en Grecia y el 19 % en Dinamarca. 
Los económicos no son los únicos efectos de la pandemia porque hay un 41% de mujeres que se sintieron afectadas en su salud mental por el confinamiento o cierre de escuelas y guarderías y por la imposibilidad de reunirse. Los aspectos que más han influido en estos efectos son la falta de sus familiares y amigos o preocupación por ellos y preocupación en general por su futuro.
En términos de sus demandas, las mujeres europeas quieren que se combata la trata de seres humanos y la explotación sexual, la violencia física y psicológica contra las mujeres y la brecha salarial de género.
Para ello, plantean facilitar la denuncia contra la violencia machista, más medios para pedir ayuda, mayor concientización y formación del cuerpo de policía y del poder judicial en estos temas y mayor independencia financiera.
El presidente de la comisión de Igualdad de Género del PE, Robert Biedron (S&D, Polonia) agregó: «La encuesta confirma lo que ya sabemos: la pandemia ha afectado de forma desproporcionada a las mujeres y las niñas de múltiples maneras. Desde el aumento de la violencia de género, hasta una mayor carga de cuidados, pasando por el impacto económico en sectores desproporcionadamente ocupados por mujeres, o la inseguridad de los contratos de trabajo. Pero las crisis también pueden ser fuente de oportunidades: la posibilidad de reconstruir mejor. Por ello, la recuperación debe situar a las mujeres en el centro de las soluciones, algo que también impulsaremos con nuestro trabajo».