IDEAS
El iceberg del liderazgo
El concepto de liderazgo se suele confundir con el de autoridad. Se suele creer que una persona es líder solo porque se le ha sido otorgada una autoridad y porque es responsable por los resultados de aquellos que están bajo su dirección. Debido a esta creencia es que han proliferado los líderes autoritarios, es decir, aquellos en una posición de autoridad que están dispuestos a tomar todas las medidas necesarias (en especial hacia sus colaboradores) para conseguir el resultado deseado. Esto puede ser eficaz en el corto plazo pero amenaza la sostenibilidad de la organización a mediano y largo plazo.
En el libro “The Secret: What Great Leaders Know and Do”, Ken Blanchard y Mark Miller brindan una definición alternativa a la expuesta. De acuerdo con los autores, el verdadero liderazgo no tiene que ver con la posición que tenga uno en la organización: pueden haber líderes sin autoridad formal, y personas con autoridad formal que no ejercen un verdadero liderazgo. Se puede entender el liderazgo como un iceberg, del cual el 80% de su volumen se encuentra sumergido y solo el 20% es visible. En ese iceberg, la parte visible representa las habilidades del líder, mientras que la parte no visible corresponde al carácter del líder. Es decir, el liderazgo es más de lo que no se ve del líder que de lo que es visible.
Este paralelo del liderazgo con un iceberg tiene una interpretación adicional: la parte no visible (el carácter) es tan responsable como la parte visible (las habilidades). Si no se le presta atención a ambas, pueden ocurrir un evento no deseado (como el fracaso de la organización). Lo recomendable es, entonces, dotar a la organización de líderes con carácter y habilidades. No obstante, si hubiera que elegir entre carácter y habilidades, lo recomendable sería escoger líderes con carácter y desarrollar sus habilidades.
A la pregunta “¿cuál es el secreto de los grandes líderes?”, el libro propone la siguiente respuesta: los grandes líderes SIRVEn (SERVE en inglés). El acrónimo SIRVE le da nombre a un modelo de liderazgo que se relaciona con ambas partes del iceberg de la metáfora: el carácter (liderar para servir a las personas y a la organización, no para servirse a uno mismo) y las habilidades (los líderes se hacen grandes a lo largo de su vida).
Si un jefe quiere saber si es un gran líder, debe hacerse la siguiente pregunta: ¿soy un líder que sirve, o un líder que se sirve? Hay muchas cosas que se puede hacer para servir y ser un gran líder, los cuales se resumen en los siguientes cinco ítems:
- S: Ser capaz de ver el futuro. El líder tiene una visión, es decir una imagen convincente de un futuro deseado, y la comunica. Esta comunicación debe ser constante para que la visión no se disipe.
- I: Implicar y desarrollar a otros. Reclutar y seleccionar a las personas correctas para el trabajo correcto, y crear un ambiente en el cual las personas se dediquen en alma y cuerpo a alcanzar la visión. Cabe recordar que cada persona tiene diferentes necesidades y niveles de compromiso.
- R: Reinventarse continuamente. Enfocarse continuamente en la mejora. La reinvención debe ser por lo menos en tres niveles: persona, sistemas y procesos, y la estructura de la organización. No asimilar nuevas ideas produce estancamiento en las personas y las organizaciones.
- V: Valorar los resultados y las relaciones. Generar resultados positivos y medibles, y al mismo tiempo cultivar relaciones con los liderados. El éxito solo puede ser alcanzado a través de las personas y el desempeño. No valorar a las personas y al mismo tiempo a los resultados tendrá efectos negativos sobre el rendimiento a largo plazo.
- E: Encarnar los valores. Vivir de forma consistente con los valores declarados. El liderazgo se basa en la confianza, y los liderados aprenden sobre liderazgo siguiendo el ejemplo del líder. Si el líder no encarna los valores, la confianza de sus liderados se corroerá y el líder perderá la oportunidad de liderar.
La última prueba de liderazgo es la capacidad que el grupo siga funcionando incluso después de que el líder ya no esté. Es decir, el sello distintivo de un gran líder es su capacidad de encontrar un sucesor que pueda tomar el liderazgo luego de haber cumplido su ciclo. Como se puede apreciar, esta concepción de liderazgo lleva dentro de sí el mismo concepto de la sostenibilidad.
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