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Una granja subterránea en Londres

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UNA GRANJA EN UNA CIUDAD PUEDE LLEVAR SUS PRODUCTOS A SU DESTINO FINAL EN POCO TIEMPO, GARANTIZANDO SU SABOR Y CALIDAD.
08 de septiembre de 2015
Red star
Por qué es importante
La producción de alimentos en zonas urbanas puede convertirse en un negocio viable, especialmente en zonas donde la logística de distribución no opera adecuadamente.

En plena Segunda Guerra Mundial, ante la dificultad de efectuar una invasión naval a las islas británicas, Alemania llevó a cabo una serie de ataques aéreos que posteriormente fueron conocidos como la Batalla de Inglaterra, o, en palabras del canciller Winston Churchill, la “mejor hora” de Inglaterra. Por una serie de factores, el espíritu inglés perduró ante el incesante bombardeo alemán. Se dice que, para hacer frente al racionamiento de alimentos, se exhortaba a los ciudadanos ingleses a producir sus propios cultivos en los llamados jardines de la victoria.

Algo que también ha perdurado desde la guerra hasta nuestros días son los refugios antiaéreos subterráneos en Londres, los cuales ahora han encontrado un nuevo uso. Debajo de las calles del centro de Londres, a 33 metros de profundidad, hay un antiguo refugio antiaéreo que ha sido transformado en una granja subterránea de alta tecnología. La empresa Zero Carbon Food, responsable del proyecto, ha convertido los antiguos túneles y almacenes en granjas verticales, alojando capas hidropónicas en las cuales pueden cultivar vegetales para ensaladas y hierbas.

Debido a que se encuentra por debajo de la superficie, la granja no cuenta con la iluminación del sol. En reemplazo de la luz solar, la granja subterránea emplea un sistema de LEDs eficientes en cuanto a energía. La granja requiere menos energía que la que necesita un invernadero, menos agua que cuando se cultiva en campo abierto, y no requiere usar pesticidas. Un sistema computarizado controla la iluminación, temperatura, nutrientes y el flujo de aire.

Dado que no está expuesta al clima variable, la producción de la granja subterránea es consistente a lo largo del año. La granja está optimizada para producir cultivos tales como brotes de arvejas, culantro, hojas de mostaza, arúgula, rábano y cebolla china. La empresa estima que, con su equipo actual, emplea la cuarta parte de la capacidad máxima de los túneles, la cual llegaría a 1 hectárea. Actualmente Zero Carbon Food puede producir entre 5 y 20 toneladas de cultivos al año, dependiendo del producto. Los cultivos son recogidos y empaquetados a mano, y luego son distribuidos en restaurantes, proveedores y minoristas bajo la marca Growing Underground. Debido a su ubicación, los productos pueden ser distribuidos en la ciudad a las cuatro horas de haber sido cosechados.

El nivel de producción actual le brinda una facturación estimada de USD 2 millones. Por otro lado, Zero Carbon Food ha recaudado cerca de USD 1.15 millones en financiamiento. La iniciativa cuenta con el apoyo de la distribuidora de alimentos Farmdrop como asociada y ya se está conversando con el supermercado Whole Foods. Además, cuenta con el apoyo del chef Michel Roux, poseedor de dos estrellas Michelin.

La propuesta de Zero Carbon Food es interesante debido a que la producción de cultivos en zonas urbanas alivia la presión impuesta a las zonas rurales, especialmente cuando la creciente población demanda una mayor cantidad de alimentos. Tomando una página de la experiencia inglesa durante la Segunda Guerra Mundial, se puede obtener vegetales a una distancia mucho menor de su destino final, lo que asegura su sabor y calidad. Las zonas rurales estarán disponibles para otros productos donde su obtención brinde una ventaja competitiva, tales como zanahorias, papas y ganado.