IDEAS
La basura electrónica y la nueva minería
La basura electrónica, conocida como Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) o E-Waste, es un problema el cual somos responsables por su generación y eliminación. Debido a la obsesión global por tener siempre el último aparato tecnológico (por ejemplo, cuando tenemos el iPhone 6 y queremos el nuevo iPhone 6s), los RAEE es el tipo de basura de crecimiento más rápido en el mundo. Lo que hacemos normalmente, cuando no vendemos o regalamos estos gadgets que han pasado de moda o ya no funcionan como antes (obsolescencia tecnológica), es arrojarlos a la basura.
Cuando hacemos esto, estamos contaminando gravemente el suelo, el agua y causando daño a las personas. Los componentes de los RAEE son sustancias que permanecen en el medio ambiente por una eternidad, lo cual es irónico porque los aparatos son diseñados para funcionar solo unos cuantos años. Ya hay esfuerzos por reducir el impacto de los RAEE en el medio ambiente, incluyendo el desarrollo de componentes electrónicos biodegradables.
¿Qué otra solución podemos plantear a la generación de basura electrónica? Un artículo publicado en FastCompany nos da una pista: los RAEE contienen elementos muy apreciados, tales como oro y plata, que podrían valer miles de millones de dólares. ¿Te imaginas una industria multimillonaria basada en minar antiguos celulares y tablets para obtener materiales valiosos? Una tonelada de circuitos impresos antiguos puede contener hasta 800 veces más oro que una tonelada de mena. Si los smartphones en desuso fueran aprovechados en lugar de ser desechados en botaderos improvisados y no regulados, se podría evitar el costo ambiental y social de las minas como las que existen en la República Democrática del Congo.
Según un estudio publicado en Renewable and Sustainable Energy Reviews, el mundo genera entre 30 y 50 millones de toneladas de basura electrónica al año, cantidad que crece anualmente entre 3% y 5%. En Europa los materiales de las categorías más grandes de RAEE (teléfonos, laptops, paneles solares, etc.) representan un ingreso potencial superior a €2 mil millones. Considerando la tasa de crecimiento de la generación de basura electrónica, en cinco años el valor potencial podría llegar a €3.67 mil millones. Si se considera a los mercados más grandes en cuanto a consumo de artículos electrónicos, Asia y América del Norte, el valor potencial es mucho más grande.
Los investigadores que participaron del estudio mencionado encontraron que es posible reducir la proliferación de los rellenos sanitarios y al mismo tiempo mejorar la sostenibilidad y también el crecimiento económico. Como parte del estudio, los investigadores desarmaron antiguos aparatos electrónicos y analizaron cada uno de los materiales con valor comercial que encontraron. Por ejemplo, un smartphone viejo contiene oro, platino, plata, paladio y otras 144 materias primas importantes. Luego de la identificación de los materiales, incorporaron sus precios promedios de mercado y la cantidad total de aparatos electrónicos que son desechados para estimar cuánto dinero podía ser obtenido.
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