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Rogoff: economía está con resaca, no en coma

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SI LA SITUACIÓN DE LA ECONOMÍA MUNDIAL FUERA RESULTADO DE UN SOBREENDEUDAMIENTO, ENTONCES LA OPCIÓN DE GASTAR MÁS EXACERBARÍA EL PROBLEMA.
12 de octubre de 2015
Red star
Por qué es importante
El diagnóstico que se tenga de la situación económica actual afectará las acciones de política que se elijan para reactivar la economía.

El viernes pasado les presentamos la visión de Larry Summers sobre la economía mundial. Para Summers, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, está muy claro lo que hay que hacer: impulsar agresivamente el gasto fiscal en mantenimiento o construcción de nueva infraestructura. ¿Por qué? Para el economista, el riesgo de un estancamiento prolongado de la economía mundial es tan grande que no hay tiempo para preocuparse del incremento del déficit fiscal, especialmente porque el espacio para la acción de la política monetaria es muy limitado. 

Kenneth Rogoff, otro peso pesado de la economía, tiene una opinión diferente. Para Rogoff, lo único que está ocurriendo con la economía mundial es que se encuentra en las últimas etapas de un "super ciclo" de endeudamiento. Si este fuera el caso, la solución que plantea Summers podría terminar exacerbando precisamente el problema que desea resolver.

La solución más apropiada para el problema, según Rogoff, es poco viable, pues requeriría que los bancos centrales lleven radicalmente a las tasas de interés a niveles por debajo de cero. Aun cuando algunos bancos centrales han optado por este camino, para Rogoff, en nuestros tiempos, esta alternativa es todavía futurística.

A su vez, la solución que más se ha estado discutiendo en los últimos meses, es decir, incrementar el gasto en infraestructura y educación con deuda de largo plazo, podría ser efectiva solo si es que los países cuentan con las instituciones apropiadas para elegir proyectos con alta rentabilidad económica y social para sus países.

Esta distinción es importante, especialmente en un país como Perú, donde se suele criticar duramente la baja ejecución del gasto público. Para Rogoff, si la inversión pública se realiza en proyectos poco rentables, entonces el impacto sobre la economía es limitado. Por ejemplo, el efecto construir una muralla en la frontera entre Estados Unidos y México no sería lo mismo que el de rehabilitar carreteras y puentes en zonas de alto tránsito de mercancías. Igualmente ocurriría si un gobierno apostara por construir un aeropuerto como los “fantasma” de España o el de Brandenburgo en Berlín. 

En 2008, el Presidente Obama propuso la creación del National Infrastructure Reinvestment Bank, que emplearía a técnicos encargados de analizar objetivamente los proyectos de inversión para elegir a aquellos con mayor potencial de generar impacto económico y social. No se trata de ponerle trabas a la inversión pública sino de asegurar que esta se haga bien. Este camino sería mucho más saludable al de dinamizar a cualquier costo el gasto público para reactivar la economía, especialmente con la graves denuncias de corrupción que rodean a los grandes proyectos de infraestructura en el país.