TENDENCIAS
Trabajar demasiado nos está matando
En el siglo 19 había un slogan de los activistas sociales que describía con claridad lo que la ciudadanía percibía como una distribución de tiempo razonable en sus vidas: 8 horas de trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas de descanso. Más de un siglo después, esta realidad no solo está lejana sino que para muchos ya suena a ficción. Por ejemplo, un estudio de Ernst & Young aplicado a 10 mil gerentes a tiempo completo de 8 países encontró que desde la crisis financiera que se desató en 2007-2008, trabajar más de 40 horas a la semana se ha vuelto “lo normal”. Según este estudio, la mitad de los gerentes trabaja más de 40 horas. Una tercer parte de ellos reportó trabajar de 50 a más horas a la semana.
¿Qué hay detrás de este fenómeno? Los expertos apuntan a tres razones:
- La primera es la tecnología. Esta ha traído como resultado que los trabajadores traten de estar todo el tiempo en contacto, lo cual no les permite desconectarse adecuadamente y recuperar energías.
- La segunda es la búsqueda de una mayor productividad de los negocios que se ha reflejado en un ajuste de personal que ha derivado que una persona termine haciendo el trabajo de varias. Por ejemplo, en el caso de los gerentes, cada vez más deben asumir más funciones para las que antes existía personal de soporte como el manejo de recursos humanos. Más funciones se traducen en más horas de trabajo y, por supuesto, más estrés.
- La tercera es la inseguridad en el trabajo que ha motivado que los trabajadores trabajen muchas más horas ya sea por gratitud o por el temor a perder su empleo.
Lo peor de todo es que más horas no necesariamente se traducen en una productividad mayor tal como lo demuestra un estudio reciente de la Universidad de Stanford. Dicho estudio señala que la productividad comienza a decrecer significativamente a partir de las 50 horas y básicamente se anula a partir de las 55 horas. Esto quiere decir, aunque no lo creas, que trabajar 15 horas de más a la semana puede no significar absolutamente nada. ¿Y por qué ocurre esto? En gran medida, porque trabajar demasiadas horas generan fatiga y estrés que no solo reduce la productividad sino que también incrementa la probabilidad de errores, accidentes y enfermedades.
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