IDEAS
Los juzgados multiculturales para resolver conflictos
Relmu Ñamku, una mujer mapuche del Argentina, fue absuelta por un jurado intercultural la semana pasada, en lo que se ha considerado un juicio histórico, pues la mitad de los miembros del jurado eran mapuches.
El hecho por el que se acusaba a Ñamku ocurrió el 28 de diciembre de 2012, cuando la auxiliar de Justicia Verónica Pelayes llegó hasta la comunidad mapuche Winkul Newen, en el paraje Portezuelo Chico, a 30 kilómetros de Zapala, en Nequén, con una orden judicial para desalojar a los miembros de la comunidad, que bloqueaban el acceso a su territorio. La medida judicial era para facilitar el ingreso de la petrolera Apache y policías al territorio de la comunidad.
La comunidad se defendió con piedras y Pelayes sufrió la fractura del tabique nasal. Por el hecho fueron acusados de causar lesiones al arrojar piedras, Ñamku, Martín Velázquez Maliqueo y Mauricio Rain de la comunidad Winkul Newen del paraje Portezuelo Chico de Neuquén. Sin embargo, posteriormente a Ñamku se le cambió la acusación a intento de homicidio.
La comunidad rechaza la amenaza que representa el avance de las empresas de hidrocarburos que las obligan a trasladarse a centros urbanos, por lo que bloquean los caminos para que no puedan pasar los vehículos de las petroleras para acceder a los pozos.
La fiscalía pedía que se calificara el caso de Ñamku como una tentativa de homicidio, de lo cual se desistieron posteriormente. El propósito era conseguir visibilidad pública para escarmentar a las comunidades, y demostrar que aquellos pueblos que resisten y frenan a las empresas petroleras serán castigadas.
Por su parte, la defensa solicitó, como lo establece el Código Procesal Penal, que la mitad de los jurados pertenecieran al entorno social y cultural de la acusada. Esta circunstancia dio lugar a la conformación del primer jurado intercultural en la Argentina, donde la mitad de los miembros eran mapuches. Luego de siete audiencias, el jurado encontró a la acusada no culpable de los delitos de lesiones graves y daño agravado, aunque se le halló culpable de daño simple de un vehículo.
Para Ñamku, el juicio sirvió para hacer pública la situación que vive su comunidad en un contexto hostil de violencia, contaminación y represión frente al avance inconsulto de las petroleras que incluso buscan criminalizar a los líderes de la resistencia de los pueblos originarios.
Uno de los aspectos interesantes que se evidenció durante el proceso fue la participación de la antropóloga Diana Lenton, quien se presentó como testigo de la defensa. Lenton fue convocada por la comunidad en 2004, cuando esta era reprimida por la empresa Norteamericana Pioneer Natural Resources, que posteriomente fue comprada por Apache en 2006, para participar como interlocutora profesional en la mesa de diálogo con la empresa.
En su alocución y luego de años de acompañar a la comunidad en mesas de diálogos con las empresas y en recolección de documentos históricos, la antropóloga explicó qué significa para la comunidad no sólo el impacto ambiental sino el daño cultural que genera la invasión de las empresas en los territorios mapuches. Para ella, el impacto cultural no puede ser desconocido o ignorado porque afecta directamente la posibilidad de seguir reconociéndose como parte de una identidad cultural que es la mapuche.
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