NÚMEROS
La tuberculosis y el primer mundo
La tuberculosis es la principal causa de muerte infecciosa a nivel mundial, con 1,5 millones de muertes cada año, a pesar de tratarse de una enfermedad que se puede curar.
Este año el Perú cumplió la meta impuesta en los Objetivos de Desarrollo del Milenio que es reducir a la mitad los casos reportados entre 1990 y 2014. Sin embargo, esa estadística podría no reflejar la problemática alrededor de esta enfermedad en su integridad.
Además, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es poner fin a la tuberculosis en 2030, pero eso significa todo un desafío si se tiene en cuenta que en países como el nuestro hay personas enfermas no diagnosticadas y por lo tanto no tratadas, en comunidades indígenas y campesinas, en las cárceles, entre personas con VIH, y otros grupos vulnerables. Además, de las personas que pueden llegar a ser diagnosticadas y por diversos motivos no completan su tratamiento.
Si bien el Estado ha tomado en los últimos años, medidas para enfrentar la enfermedad y cumplir la meta del milenio, entre las cuales están:
- La cobertura del Seguro Integral de Salud (SIS) al 100% de personas afectadas que no cuenten con otro seguro.
- El acceso universal a la prueba rápida molecular que se utiliza para detectar TB Multidrogo Resistente (TB-MDR) en 72 horas, la misma que se está aplicando en los distritos de La Victoria, Lima Cercado, San Juan de Lurigancho, entre otros; así como en las regiones de Ucayali, Tacna, y Madre de Dios.
- El convenio con el Instituto Nacional Penitenciario y el Ministerio de Justicia para aplicar la prueba rápida molecular en los penales.
- El tratamiento de la TB Extensamente Resistente (XDR) en los Centros de Excelencia de los hospitales nacionales: Hipólito Unanue y Sergio Bernales.
- La reducción de tasa de morbilidad de 198.6 en 1990 a 79.6 por cada 100 mil habitantes en 2014, según el INEI.
La gran pregunta es si eso será suficiente para acabar con la tuberculosis en 2030, en la medida que nuestro país enfrenta importantes limitaciones:
Falta de diagnóstico: muchas personas que ya tienen la enfermedad no son diagnosticadas y por lo tanto registradas.
Heterogeneidad en evolución de casos notificados de TBC pulmonar: entre 2013 y 2014, los casos nacionales notificados se reducen y anualmente se notifican 27 mil casos nuevos de enfermedad activa y 17 mil de tuberculosis pulmonar. Sin embargo, hay cinco regiones donde se observan aumentos significativos: Ica, Puno, San Martín, Tacna y Tumbes.
Insuficiente presupuesto: los presupuestos siempre son insuficientes para llegar con acciones de prevención y control a las zonas más alejadas del país. Además, se han incrementado los pacientes con tuberculosis multidrogo resistentes (MDR) o extensamente resistentes (XDR), cuyos tratamientos son más costosos.
Limitaciones de cobertura de vacuna antituberculosis (BCG) para niños menores de 1 año en zonas más pobres: en 2014 aún hay tres regiones del país con coberturas menores al 70%, tales como Huancavelica, Apurímac y Puno.
La única manera de lograr cumplir el ODS es diseñando una estrategia integral que aborde los distintos problemas asociados a esta enfermedad que hace muchos años dejó de ser una dolencia de la gente pobre, desnutrida o hacinada, y se convirtió en un problema de salud pública que puede afectar a personas de cualquier condición económica e incluso a los propios profesionales de la salud.
Si no se continúan los esfuerzos para acabar con esta enfermedad, Perú seguirá siendo el segundo país en América con la estadística más alta de TBC, después de Haití. Una pésima credencial para un país que aspira a ser parte de la OECD.
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