IDEAS
¡Han copiado mi web!
Imagina que has decidido abrir una pollería en un barrio donde aún no hay un negocio de este tipo. Abres tu negocio y te va bien. Al cabo de unos meses o incluso días, notas que ya no estás solo: comienzan a aparecer en el barrio otras pollerías que te van a hacer competencia. Luego de un tiempo, todo el barrio se ha llenado de pollerías. El modelo de negocio de una pollería, como te habrás dado cuenta, no es difícil de replicar.
Ahora imagina que has decidido emprender en un negocio online. Identificas una oportunidad de negocio no explorada y diseñas un sitio web para aprovecharla. Construyes tu sitio web con mucho esfuerzo, con un diseño único, contenido propio e ideas originales. Al igual que en el caso de una pollería, sabes que tu modelo de negocio no es difícil de replicar. Como es de esperar, luego de un tiempo empieza a aparecer tu competencia.
Sin embargo, algunos de tus competidores van más allá de lo que se consideraría inspiración a partir de tu éxito: encuentras que partes de sus sitios web (o incluso la totalidad) son copias descaradas de la tuya, la que hiciste con tanto esfuerzo. Sabes que estos copiones jamás podrán replicar la parte importante de tu negocio: tu equipo, tus socios, tus usuarios y tu know-how; sin embargo, sientes que debes hacer algo. ¿Qué puedes hacer en estos casos? Un artículo publicado en Tech City News te ofrece los siguientes consejos:
1. Asegúrate de que en realidad te han copiado. No puedes decir que una idea te pertenece. Además, a diferencia de tu contenido escrito y tus imágenes, es difícil defender la posesión de elementos de estilo y otros contenidos no visibles de tu página web. Puedes verificar si tu contenido ha sido robado buscando el texto en Google y revisando los resultados exactos. En el caso de imágenes, puedes usar servicios como la herramienta de buscar por imágenes de Google o TinEye para identificar incluso versiones modificadas de tus imágenes. Si encuentras un copión, lleva un registro de tus resultados, incluyendo capturas de pantalla con fecha.
2. No pierdas la tranquilidad. La mayoría de ladrones de contenido son inofensivos, pero en ocasiones los visitantes podrían creer que el sitio infractor es el autor real. No obstante, el robo de contenidos ocurre todo el tiempo, y Google lo sabe, por ello penaliza a los copiones por indexar contenido duplicado. En lugar de perder la calma, evalúa el nivel de amenaza que representan los copiones.
3. Descubre quién te copió, y por qué. Según el artículo citado, hay dos grupos de copiones. El primer grupo, los oportunistas, está compuesto por operaciones que no suelen hacer investigación de mercado y simplemente se copian para buscar financiamiento, pero no tienen los medios para hacer algo más serio. El segundo grupo está conformado por los villanos, operaciones más organizadas con acceso a financiamiento y que deliberadamente buscan formas de replicar negocios establecidos.
4. Conversa. Ponte en contacto con los responsables del sitio web infractor y solicita la remoción de tu contenido. En ocasiones se disculparán y/o fingirán ignorancia. Si no responden, puedes ponerte en contacto con el hosting del sitio web, o elaborar una solicitud legal de retirada de DMCA.
5. Trolea a los carroñeros. Si temes que tu sitio web sea carroñeado, puedes usar un servicio como Scrape Shield de Cloudflare, el cual protege el contenido de tu sitio web. Algunos servicios incluso permiten trolear a los carroñeros, haciendo que estos copien una versión alterada del sitio con contenido sin sentido (esto es muy efectivo contra los oportunistas).
6. Adelántate a los copiones. Monitorea las estadísticas de tu sitio web (por ejemplo, en Google Analytics) para identificar picos anormales en el tráfico. También puedes monitorear las direcciones IP para ver su ubicación. Asimismo, puedes usar un servicio externo para monitorear a tus copiones.
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